Se reforzó el apoyo para que los servicios de agua y saneamiento puestos en marcha siguiesen funcionando, y garantizar así en la medida de lo posible el suministro, sobre todo en zonas vulnerables y rurales.
2020 será recordado durante muchos años como el año de la pandemia de la COVID-19. El virus atacó con fuerza todo el planeta y supuso un reto global donde la cooperación ha sido un pilar fundamental, tras demostrarse que el coronavirus no entiende de fronteras. El impacto sanitario, social y económico fue mayor, como es lógico, en los países con menos recursos, y en aquellos donde los sistemas sanitarios eran más precarios. La distancia social, pero también el agua y el jabón, se erigieron como una de las principales barreras contra la enfermedad, en un planeta donde uno de cada seis hospitales todavía no cuenta con instalaciones para el lavado de manos.
En estas circunstancias extraordinarias, la Cooperación Española reforzó la respuesta humanitaria y los programas del Fondo del Agua se adaptaron a las circunstancias, reorientando fondos y fortaleciendo principalmente las siguientes líneas de trabajo:
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Adicionalmente a esta reorientación, durante 2020 se aprobaron cinco nuevos programas de agua y saneamiento por casi 6 M€ en Honduras, Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Ecuador, para la mejora de los servicios de agua y saneamiento como barrera contra la pandemia y mejora de la resiliencia de las comunidades rurales ante nuevas emergencias.
Asimismo, en el marco del programa LAIF Regional de cooperación delegada, se aprobaron tres nuevas subvenciones por un monto total cercano a 500.000 euros en El Salvador y en Ecuador, dirigidas a paliar los efectos de la crisis sanitaria y económica en comunidades rurales vulnerables.
Además, se reforzó la confianza de la Unión Europea en la Cooperación Española, singularmente en el ámbito de agua y saneamiento, con la suscripción de dos nuevos acuerdos de contribución en Portoviejo y Bolivia, por un monto total de 25M€, de manera que los fondos delegados gestionados por el FCAS rozan ya los 130M€.
Las alianzas continúan siendo una de las fortalezas del Fondo del Agua, afianzadas por el prestigio internacional que tienen las organizaciones y empresas españolas en dicho sector.
En 2020, España se unió a la iniciativa Agua y Saneamiento para todos (SWA, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo la priorización de la agenda política del agua. Además, se firmaron convenios de colaboración con la empresa pública de agua de Sevilla, EMASESA, que acompañará a los operadores de agua en algunos programas, así como con la Universidad de A Coruña, para el apoyo en Bolivia. Durante el año, la Agencia Española de Cooperación se adhirió al Observatorio Latinoamericano y del Caribe de Agua y Saneamiento (OLAS). El Observatorio se crea por la necesidad de contar con una herramienta para el monitoreo del objetivo 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En 2021, año en que, desgraciadamente, la pandemia seguirá afectando a los países socios, se espera poder continuar con la apuesta por la gobernanza del agua y desarrollando las nuevas operaciones multidonante, reforzando e impulsando nuevas alianzas, tal y como promueve el objetivo de desarrollo 17 de la Agenda 2030.