Perú
Perú es uno de los países más ricos en lo que a recursos hídricos se refiere, pero su distribución en el territorio resulta desigual, la mayoría de la población (62,5%) habita en la zona costera desértica y seca perteneciente a la cuenca del Pacífico, con apenas el 2,5% del agua disponible del país.
Las brechas de acceso a los servicios de agua y saneamiento también acusan la desigualdad entre el ámbito urbano y el rural. Pese a los esfuerzos realizados por el país en los últimos años, se estima que en las áreas rurales un 25,3% de la población no tiene acceso a redes públicas de agua y un 76,3% a redes públicas de alcantarillado. Esta desigualdad entre lo urbano y lo rural también alcanza a la calidad del agua y en las zonas rurales solo un 2,2% de la población tiene acceso a agua clorada.
Los programas del Fondo de Cooperación para el Agua y Saneamiento (FCAS) (tres programas bilaterales y uno multilateral gestionado por el BID) ascienden a 65 M€ de donación de España y 195 M€ de aportación local. Con esta cartera, se pretende atender a las necesidades de más de 145.000 habitantes de las áreas rurales más postergadas. El programa con mayor volumen de financiación, ejecutado por el Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR), finalizó su ejecución en diciembre de 2018 de forma muy satisfactoria. Otro de los programas, con la Mancomunidad Municipal de la Subcuenca del Río Chipillico (MANCHI), tuvo dificultades muy importantes y finalizó sin completar su ejecución, reintegrando en 2020 5,6 M€.
Las operaciones en 2020 de la Cooperación Española en agua en Perú se centran fundamentalmente en poblaciones de la cordillera, alejadas y dispersas. En muchos casos, se trata de comunidades campesinas con un enfoque específico de necesidades y una cosmovisión propia.
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En la actualidad hay un único proyecto en ejecución, se trata del programa bilateral PER-029-B en la Mancomunidad del río Santo Tomas (AMSAT), con el que se pretende dotar de servicios de agua y saneamiento a comunidades rurales de cinco distritos de las regiones de Cusco y Apurímac, llevando el servicio a más de 5.300 personas.
El programa está siendo ejecutado por el Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR) del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), gracias a un convenio de colaboración suscrito entre la mancomunidad y el ministerio. Durante 2020, el avance del programa se ha visto dificultado por las cuarentenas y restricciones a la movilidad que ha supuesto la pandemia del COVID-19 en Perú, por lo que se tramitó una ampliación del plazo de ejecución hasta diciembre de 2021.
No obstante, y aun en este contexto de dificultad, fue posible avanzar en la finalización y aprobación de todos los diseños, en la organización de los núcleos ejecutores en las comunidades donde se va a intervenir —la modalidad de ejecución prevista— y en transferir los recursos a los mismos antes de que finalizase el año en cumplimiento de la normativa.
Por otra parte, ha sido posible avanzar en la única obra iniciada antes del comienzo de la pandemia y arrancar dos nuevas obras, del total de 13 previstas, antes de que finalizase el año.
Durante 2020, también se propició la participación de dos profesionales del socio local (PNSR) en formaciones sobre los derechos humanos al agua y al saneamiento.